Una sesión de Reiki puede durar aproximadamente cuarenta y cinco minutos y el paciente permanecerá acostado en una camilla, descalzo y vestido. Durante la sesión se utiliza música suave y aromas como incienso o esencias (aromaterapia).
Se colocan las manos sobre una serie de ubicaciones en el cuerpo llamados chakras y la Energía Reiki fluye armonizando y equilibrando estos centros energéticos para lograr el bienestar físico-emocional deseado.
Durante un tratamiento, se siente una relajación profunda, una gran sensación de paz.